BUENOS AIRES.- El miércoles la expectativa era mayúscula por si hacía alguna alusión a los cacerolazos de la semana pasada. Sin embargo, la presidenta, Cristina Fernández, optó por no hablar del tema. Ayer, en cambio, se refirió la clase media y al supuesto desprecio de algunas capas sociales por otras. "Aquellos que son de clase media o media alta tienen que entender que otros tienen también derecho a ser de clase media y, por qué no, de clase alta", manifestó la jefa de Estado en la Casa Rosada, donde presentó otra etapa del Plan Procrear, de créditos hipotecarios.
Cristina habló del derecho de todos al ascenso social. "Pareciera ser que parte de los argentinos tiene desprecio hacia determinados sectores sociales", sostuvo al referirse a la protesta de vecinos de Ezeiza que rechazan la construcción de viviendas en el marco del plan Procrear.
La jefa de Estado reclamó la "solidaridad de los argentinos" hacia los sectores sociales que tienen el derecho de aspirar a ser clase media, media alta o alta. "Cuando escucho comentarios sobre la localización de barrios pienso que algunos se creen miembros de la dinastía Romanov", lamentó la jefa de Estado y lanzó: "miren a esta hija de un colectivero, que ha llegado dos veces a Presidenta de la Nación".
"Lo que tienen que entender los que llegaron a determinado nivel económico, la clase media, es que hay otros ciudadanos que tienen derecho a llegar a ese nivel y que todos tienen derecho a tener una casa", prosiguió. "Hay algunos que se creen descendientes de la dinastía Romanov", insistió.
Al anunciar en el Museo del Bicentenario de la Casa de Gobierno las nuevas fases del plan Procrear, anunció: "también abordamos la situación de la ciudad de Buenos Aires", y adelantó que esperaban las autoridades nacionales reunirse con las de la ciudad porque "en Buenos Aires también hay personas que no tienen casa". En ese sentido, pidió "bajar un cambio" y acordar normatividad con las autoridades del Gobierno porteño que encabeza Mauricio Macri, con el propósito de construir viviendas.
Afirmó, además, que con el soterramiento del Ferrocarril Sarmiento "va a quedar una franja disponible en la ciudad de Buenos Aires de valor muy alto", y dijo que en la utilización de estos terrenos se contemplará su uso para el esparcimiento, pero también para hacer casas.
Explicó que para los terrenos que quedarán en la superficie, luego de soterrar el Sarmiento, se convocará "a la ciudadanía, sociedades de arquitectos e ingenieros a hacer un proyecto de utilización de esos terrenos ociosos donde se contemple el espacio verde pero también las viviendas que son necesarias".
Cristina sostuvo: "tenemos que hacer un gran esfuerzo para sostener este modelo". Y remarcó: "vamos a seguir poniendo todos los días una nueva idea. Hay mucha gente en Buenos Aires que todavía no tiene casa y hay terrenos ociosos", subrayó.
Finalmente, la Presidenta dijo que "muchos de orígenes patricios (que llegaron hace 200 años) en sus orígenes eran contrabandistas", y que los que llegaron al país en la segunda oleada inmigratoria, "bajaron muertos de hambre de los barcos, y cuando algunos hablan parecen descendientes de los Romanov", y se preguntó: "cuando uno ve que algunos de acá fruncen la nariz, digo¿de qué la fruncirán? A mí me encanta recordar mis orígenes porque cuando uno recuerda los orígenes y ve a dónde llega se ve el valor que tuvo personalmente ese crecimiento, por eso hay que recordarlo siempre", enfatizó la Jefa de Estado. (DyN-Télam-NA)
Protestas, silencio e indirectas
El pasado jueves 13 se realizó el "cacerolazo" en contra de las políticas y decisiones del Gobierno nacional con gran repercusión.
Oficialistas y opositores hicieron lecturas diferentes respecto de las motivaciones de las protestas en diferentes puntos del país.
El miércoles, en su reaparición pública, Cristina optó por la prudencia y no realizó declaraciones respecto de las movilizaciones.